- Carlos, cariño acábate mi copa de champagne y ven al cuarto que me estoy preparando...
- ¿Preaparando para que?- pensé pero no le dí más importancia.
Detrás dejaba el recibidor y entraba en el comedor donde estaba la mesa principal llena de los platos de la cena romántica que yo habia preparado por nuestro segundo aniversario como novios, se veian los platos de la langosta, la botella de champagne ya terminada, y los tazones ya sin chocolate ni fresas... vamos toda mi comida favorita sin dejar de ser "especial" en varios sentidos...
Me acerque a la misma mesa y cogi el vaso de Sara para terminarmelo, no le quedaba mucho ya que compartimos gustos en las bebidas... y me lo terminé de un trago, en ese momento me reaccionó el efecto del alcohol de media botella de champagne, aunque no era demasiado puesto a que la cena no habia sido escasa y a que me cuido con frecuencia en el gimnasio, vamos, que tenia el puntillo de alegria que siempre gusta...
- ¿Donde estás? - dijo Sara, parecia impaciente...
- Estoy guardandote lo del asma en su sitio de siempre, ya voy... - dije arrastrando la "o" con rentintín que tanto le molesta, me reí por dentro de la cara que estaria poniendo, fui a la cocina para guardar los botecitos del asma y me dirigi hacia nuestro "nidito" segun dice ella cuando se pone "romantica" pero cuando llegué no estaba...
- ¿Don... - entonces me fije en que de la puerta del baño que estaba casi cerrada salia luz y vapor, me acerqué para ver si estaba alli pero al entrar un golpe de vapor con aroma a vinilla me dio en la cara, se me empañaron las gafas pero al poco ya pude ver, estaba en la bañera, desnuda, con el pelo recogido y con cara de complicidad, las sales le daban ese toque al vapor que me embriagaban, y de la sorpresa me quede parado, pero ella reaccionó mas rapido que yo:
- ¿A que esperas? aqui una se esta muriendo de frio sola... - sonreí de su ironia, y en ese instante se me ocurrio una idea, sali corriendo del baño mientras oia a Sara quejarse por mi huida repentina, y paré delante de la minicadena para buscar una cancion con un ritmo que fuera un poco sensual, la configuré para que solo sonara esa y cuando la puse apareci en al instante en la puerta del baño y mientras se oia la musica de fondo empezé a quitarme la ropa poco a poco al ritmo de la misma.
Al quitarme la camisa descubri mi torso del que Sara estaba tan orgullosa, y ella al verlo se le noto una mirada lasciva que me provocó a continuar, tambien hize el payaso un poco porque me encanta hacerle reir, y terminé como un autentico gigoló tapandome unicamente con el calzoncillo unos segundos antes que acabara la cancion para que en el momento final lanzarle los mismos a lo "full monty" que ella cogió al vuelo gritando como si estuviera en una despediada de soltera.
Cuando iba a entrar en la bañera con ella me felicito por la actuación con un beso muy apasionado, de los que me gustan a mi, y me metí en la bañera poniendome de frente hacia ella, el agua estaba con un punto mas que tibia, el suficiente para provocar ese vapor, ya sentado nos miramos a los ojos durante unos instantes, hasta que no pude aguantar mas y dije:
- Te quiero.
- Te quiero. - me correspondió.
No pude aguantar más, alargué una mano para ponerla en su nuca y la otra en su espalda para tirar de ella hasta que entre nuestro cuerpos no cupiera nada, nuestras piernas se sincronizaron para no sentirnos incomodos en esa postura, y nos besamos, nos besamos como si no hubiera mañana, como si al despegarnos nos costara la vida, porque en cierto modo lo costaba, en ese momento lo unico que me importaba era ella, ella y su cuerpo, solo ella.
No tardé mucho en notar que mi cuerpo estaba reaccionando de manera natural a estos estimulos, ella gimió al darse cuenta de este detalle, estaba encima de mis piernas, y el roze hizo que alcanzaramos el el sexto cielo, (el septimo aun estaba por llegar).
Sara, al darse cuenta de que mi corazon se aceleraba y que yo mismo me aceleraba con él me susurró al oido:
- Te esperas fuera y te preparo mi sorpresa?
- No me quiero separar de ti... - dije con carita de corderito degollado, entonces me miro con cara de: "se que te va a gustar" que pille a la primera, le di un besito y me sali de la bañera me cogi una toalla y me sequé me enrolle la toalla y al salir le mire con cara de pocos amigos y ella me respondió con otra de "si no te sales ya, no utilizaras los preservativos granulados que acabas de comprar" y entonces le dejé en su intimidad mientras yo me acercaba de nuevo a la minicadena para poner otra cancion ya que en ese momento no estaba encendida, otra cancion como la de las peliculas, un solo de piano que envolviera la habitacion, con un ambiente mas sofisticado.
Me tumbé en la cama con la toalla como unica prenda, y me puse a esperarla, me puse a pensar en lo feliz que era con ella, la complicidad que compartiamos (como podia saber el tipo de preservativos que habia comprado?), los problemas que hemos superado,
y lo mas importante, mi vida comenzó cuando la empeze a compartir con ella, y al pensar en esto comprendi que ella seria la mujer de mi vida...
Sin darme cuenta la puerta del baño se habia abierto y lo unico que habia tras ella era una mampara blanca que lo tapaba todo, y con el ritmo de la musica vi en la mampara la sombra del pie de Sara que se movia como si estuviera en un striptease, pero en vez de quitarse ropa ella se la iba poniendo: empezó con el culot que sabe que me pierden sobremanera, lo cierto es que el climax del espectaculo estaba en las curvas que formaba su cuerpo con ayuda de sus movimentos; siguió con el sujetador, de vez en cuando bailaba al son de la musica para deleitarme, y siguio con las medias, - "desde luego esta mujer sabe venderse" - pensé, y terminó poniendose los tacones.
Aun con el tiempo que habia pasado mi ereccion no habia cesado, y no se si seria de los afrodisiacos de la cena, del alcohol, o de la poca sangre que me quedaba en la cabeza, pero fue verla con: esas medias negras, unidas al culot negro con el borde rosa de encaje por los ligueros, esos tacones que le resaltaba mas todavia su feminidad, ese sujetador a juego con el culot que quitaba el hipo y esa melena negra que me hacia perder la cabeza; que comprendí que si tenia alguna duda de que ella seria mi mujer, se disipó al instante, y con ese mismo impetu se me escapó un "joder" de la imagen de diosa que se me representaba ante mi, ella puso cara de "objetivo conseguido!" y me contestó con un:
- Esa boca! a ver si te voy a tener que castigar... - dijo Sara mojandose los labios con la lengua.
- En ese plan, solo te falta el latigo, amor. - dije un poco asustado, y entonces ella:
- Mierda!!! - gritó, y se metio en el baño, oí como abria un armario y cuando aparecio de nuevo en la puerta con un latigo a juego con el conjunto y dió un latigazo en el suelo:
- Te parece que doy con el papel?
Me quede bocabierto, me quede sentado en el borde de la cama y le hize una señal para que se acercara hasta mi, se quedo delante de mi, y le cogí el pie izquierdo para quitarle el zapato y su media, y le devolvi su pie, pero con el derecho fui un poco mas despacio, repasando cada centimetro cuadrado de piel, cada milimetro cuadrado, con mis manos, y mientras le quitaba la media, le repartia besos en el muslo, lo siguiente fue levantarme delante de ella para abrazarla con mis brazos y besarla, y me concentre en hacerlo bien, ella me imitaba, con el abrazo mutuo aproveché para quitarle el sujetador, como todo un profesional (en el buen sentido).
Me di cuenta que la toalla todavia me colgaba, y con unos movimientos de las rodillas se soltó y cayó al suelo, agarré a Sara del cuello y cintura y cuidadosamente la tumbé en la cama y yo me puse encima, segui besandola y mientras con las manos le acariciaba el pelo o cogia las piernas, nuestros labios se separaron para que pudiera lamer sus senos y poder concentrarme en sus pezones, la envidia de cualquier chica de revista, volvi la cabeza para mirarla y la vi disfrutar, su cara no expresaba otro sentimiento, solo placer.
Volví a besarla, no se puede describir lo que me gusta hacerlo... y entonces me baje de la cama, me puse de cuclillas entre sus piernas y despacio le quite el culote, solo eran caricias, pense, pero parecia que estuviera viendo la puerta del septimo cielo, ya solo quedaba entrar... en este punto continué con los besos en los muslos y acercandome cada vez mas hasta llegar al cunilingus, primero despacio, y seguir acelerando y desacelerando al azar... con las manos hacia lo que podia, le agarraba los muslos o le pellizcaba un pezon, ella se agarraba a lo que podia, mi cabeza, la colcha de la cama, sus gemidos insonorizaban la musica que seguia sonando...
Cuando ya le cogí el punto a esto, me cogio de la cabeza para separarme de ella, se levantó, de la sorpresa que me dio, me levante tambien, con lo que aprovechó para empujarme a la cama, y con ello me quedara en la misma posicion que en la que ella habia estado y en la posicion perfecta para que ella pudiera corresponderme con el mismo placer, de repente paró para decirme:
- Como me digas lo de: "chupa, chupa, que yo te aviso"... TE MATO! - dijo mi diosa poniendole enfasis en lo de "TE MATO!!!", no me dio tiempo a reirme porque ya estaba sintiendo de nuevo la explosion de placer que me brindaba.
Al rato, se levanto e hizo que me pusiera tumbado en el centro de la cama y ella se sento encima de mi, estrategicamente, encima de mi pene, que estaba en su maxima expresion y ardiendo por la sangre que le llegaba, que con el contacto de su vagina provocara que se nos acelerara el pulso a ambos, y para continuar con la noche, ella se acerco y me susurró al oido:
- Pontelo, ponselo? -
Tardé, medio minuto en ponerme el preservativo, lo que nos sorprendio a los dos, porque de normal soy un poco mas patoso...
Volvimos a la misma posicion que antes, yo tumbado y ella encima, pero habia algo que no me gustaba: me apetecia besarla, pero no llegaba, por lo que repetimos la posicion de la bañera los dos sentados pero ella encima de mi, ella me sonrió diciendo: "que buenas ideas tienes" y yo mismo en mi cabeza me puse un pin como reconocimiento.
Introducir mi pene en su vagina no fue nada complicado, los dos estabamos deseandolo y nuestros cuerpos mas todavia, era algo que ya no tenia freno, y menos el frenesí de nuestros movimientos que hacian que eloquecieramos de placer, nos besabamos como manera de agradecernos estos placeres, y tras varios minutos (muchos minutos... que nadie piense nada raro...) nos miramos a los ojos y ella dijo entre jadeos:
- Car... Carlos... me... voy... a........ -
- Y... yo... tam........ - Le correspondí.
Y unos segundos mas tarde los dos llegamos al climax maximo e inexplicable, momento que recuerdo cada noche que nuestros cuerpos mueren de placer y nuestras almas forman una...
Una vez tumbados en la cama e intentando recoger un minimo de aliento que nuestros pulmones pudieran inhalar...
- Sara, te quieres casar conmigo?
- Sí, quiero!
>EDD<
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